Resiliencia en la labor docente.
Era diciembre del 2019 y no entendíamos aun como es que nos cambiaría la vida, lo veíamos como algo lejano, y al no tener tanta información, nos bastaban solo los datos que leíamos en las redes sociales: Wuhan era el epicentro de un "bicho" y de la ignorancia pasamos al temor de lo que se estaba multiplicando de forma inimaginable.
En México inició la estadística epidemiológica el 27 de Febrero, y es así como se daba a conocer el primer caso positivo de lo que veíamos tan lejano y entonces llegó el COVID19 y de un día a otro nos cambio el estilo de vida, de trabajo, los planes se suspendieron, dejamos de asistir al trabajo y todo era operado desde casa, los centros educativos se cerraron y con ello la incertidumbre de los escenarios que nos esperaban.
¿y, ahora qué sigue? ¿qué me está pasando? ¿qué emociones estoy experimentando? ¿cómo voy ante la vida, dentro de tanta incertidumbre?
Son preguntas que quizás experimentamos, pues aunque la vida se detenía (aparentemente), había un ciclo escolar que terminar, todo esto entre dudas, miedo, enojo, enfermedad, duelo y muerte.
Llegaron las palabras aislamiento social, distanciamiento social y físico y con eso apareció la ansiedad y depresión, alteraciones en el estado de ánimo y un desgaste físico, mental y emocional. La Asociación Americana de Psicología (APA) indica que pasar días, semanas, meses e incluso un año en cuarentena con recursos, estimulación y contacto social limitados son generadores de este mosaico de malestar.
El término resiliencia entendido por Grotberg, E. (2006) como la capacidad humana universal para enfrentar a las adversidades de la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas. En este orden, la resiliencia se presenta como la capacidad del personal de una organización para resistir una ruptura o situaciones de precisión, pasando de un estado emocional in- controlable a otro original recuperable.
La resiliencia es la capacidad de una persona para recobrar su estabilidad emocional después de someterse a una presión deformadora, se presenta además como una aptitud para superar condiciones adversas de la vida, es decir, sobreponerse y mantener su vitalidad y esperanza, competencia de eficiencia personal que le permitirá seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas graves.
Es importante que los trabajadores de la educación tengan espacio para poder expresar y manifestar el cansancio, la soledad y el miedo que han pasado durante este tiempo, pues se les ha pedido que sean mediadores entre aprendizajes esperados, competencias, padres de familia, apatía por parte de los estudiantes.
- Concéntrase en lo básico
- Asegúrate de comer bien
- Descansar lo suficiente.
- Evitar la presión en cumplir a cabalidad con una rutina.
- Encuentra momentos durante el día para cuidarte, y reponer tu salud emocional y física meditando y haciendo ejercicios de relajación.
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